lunes, 16 de febrero de 2009

Lo que vale el amor

Terni tiene fama de ser uno de los pueblos más feos de Italia. En mi guía ni siquiera aparece. Se puede decir que no vive precisamente del turismo, es más bien una ciudad industrial de la región de Umbría, con poco más de 100.000 habitantes. Sin embargo, una peculiaridad hace que el pasado 14 de febrero, media Italia estuviese en su Basílica. Terni es el pueblo de San Valentino.

En Interamna (hoy Terni), un obispo llamado Valentino se convirtió en "el santo dell'amore" tras celebrar una boda religiosa entre el legionario romano Sabino y la joven cristiana Serapia. El emperador Aurelio consideró que había sustituido con un sacramento religioso cristiano, el antiguo rito pagano, y lo ordenó matar. Valentino fue capturado, torturado, y, finalmente, asesinado el 14 de febrero del año 273 d.C.

Actualmente, San Valentino es el patrón de Terni y entre las fiestas que se hacen en su honor, está la "Fiesta de la Promesa", donde los novios se intercambian un "voto de amor" jurándose amor eterno.
Aunque, sin duda, son los que no han encontrado el amor, los que acuden a la Basílica en mayor manada. Inmensas colas se forman para entrar en la Basílica y, tras ver la tumba del santo, echar dinero en una especie de sala subterránea.

No sabemos si quien eche el dinero ahí saldrá con novio/a ... pero:
1. Entre las colas de feligreses ya se daban los primeros intentos de ligoteo...
2. Sólo con echar un vistazo a los muchos billetes de 20 y 10 euros que habían dejado, se puede hacer un cálculo de lo que vale el amor...

jueves, 12 de febrero de 2009

El IIII de los relojes

Hay varias versiones...
Cuentan...
...que un rey mandó matar a un relojero que se equivocó y escribió IIII en lugar de IV en un reloj.
Pero también cuentan que un rey (esta vez con nombre y fecha: Carlos V de Francia en 1634) acusó a un relojero de haberse equivocado escribiendo IV, y que ante la defensa del relojero de que aquello era lo correcto, le obligó a cambiarlo por IIII y después lo ordenó matar.
En ambos casos, el relojero sale mal parado...
Desde entonces, muchos han sido los relojeros que como protesta a este feroz castigo simbolizan el 4 de sus relojes con un IIII.

Pero hay otras versiones. También cuentan que no se trata de protestas ni recuerdos románticos y que, simplemente, ambas formas son correctas, y que ya los romanos usaban el IIII en lápidas y esculturas por superstición. Para ellos el IV era símbolo de mal augurio ya que equivalía a las dos primeras letras del nombre del dios Júpiter (IVPITER).

Claro que también hay otras opciones menos mitológicas como la que señala que el IIII en lugar de IV es debido a razones estéticas de simetría: el IIII armoniza con el VIII.

Sea alguna de éstas, u otra la razón, es cierto que la inmensa mayoría de relojes de palacios y Ayuntamientos conservan aún hoy el IIII. Este reloj es uno de esos casos. Es un reloj de sol con signos del zodiaco, está situado en la Torre dell´Orologio, a la entrada de la Piazza di San Marcos (Venezia). Es azul y dorado y se fabricó para mostrar a los marineros las fases de la luna y del zodiaco.

"El tiempo es el peor de los enemigos, puedes derrotarle en mil batallas pero él será implacable en la última".
¿Se nota mucho que estoy deseando que lleguen los Carnavales de Venecia y volver a esa ciudad de cuento dos años después de haberla dejado?

lunes, 9 de febrero de 2009

Cinema Turreno


En el corazón de Prugia, en la Piazza Danti, hay un mítico cine que antes era un teatro. Es un cine recogido, pequeñito y con ese carisma de los cines antiguos que tan hermosamente reflejó Giuseppe Tornatore en la película Cinema Paradiso. Es el Cinema Teatro Turreno.

Sobre él, y tal como se refleja en esa película, el fantasma de las multisalas acecha de cerca. De momento, ha sabido resistirse y sus dos únicas salas se llenan de espectadores. El cine Turreno tiene aún algo especial.

Una de sus ventajas es, sin duda, el precio de sus entradas. Miércoles y jueves, para todos los públicos, ver una película cuesta tan sólo 2,50 euros. El cine ni tiene tienda de chucherías ni bar, pero tiene un microhondas para que te lleves el sobre de palomitas de tu casa y las hagas antes de entrar. Totalmente cierto, es una de sus peculiaridades. Por dentro, aún recuerda un poco a un teatro. Y su olor es aún aquel de los besos de película.

A la carbonara


Si ya es un sacrilegio "enjuagar" la pasta en agua fría después de cocerla, nada comparable a echarle nata a la pasta carbonara... Eso al menos, es lo que piensan los italianos.

La salsa carbonara se denomina así porque originariamente llevaba mucha pimienta, la cual le daba un color ennegrecido, tirando a carbón. Aunque otras teorías afirman que el nombre se le debe a que antiguamente la salsa se elaboraba con carbón vegetal, procedente de los Apeninos.

Recetas habrá muchas, pero ésta me la ha enseñado nuestro "cuoco" (cocinero) oficial de Perugia: Fabrizio.
Se refríe beicon, cebolla y un poco de ajo (el ajo entero, una vez esté dorado, se quita). Se cuenta que no se empleaba beicon en la receta original, y que fue introducido en Roma por las tropas aliadas tras la Segunda Guerra Mundial.
A la pasta ya cocida, y en caliente, se le echa: formaggio pecorino (queso de oveja, o en sustitución, queso parmesano), bastante pimienta negra y sal. Se añade un huevo menos que los comensales, esto es, para cuatro personas, tres huevos. No se baten. Se revuelve todo junto. Ni se baten los huevos ni se pone al fuego la pasta, con el calor que desprende la pasta, la salsa se va cuajando quedando un poco espesa. Se le añade luego el refrito.
Se come "subito".
Bon Appetit!!

viernes, 6 de febrero de 2009

In bocca al lupo!

...Buena suerte, que te vaya bien, que tengas buena fortuna... "In bocca al lupo" viene a decir todo eso. Y es que ésta es otra de las primeras expresiones que se aprenden en Italia. El primer día que llegué a Perugia, la recepcionista del albergue donde pasé la noche, me dijo "In bocca al lupo", augurándome de este modo, fortuna ante la batalla de encontrar piso y ante esta nueva permanencia en su país. Ella fue la primera en explicarme el significado de esta expresión y en avisarme que la respuesta que yo debía dar es bien únicamente "Crepi", o "Crepi il lupo".

El significado literal es "estar en la boca del lobo", de ahí que sea la frase recurrente ante una situación en peligro. El origen de esta expresión se supone en el lenguaje de los cazadores, que veían al lobo como un animal peligroso.
Antes de entrar en un examen, es frecuente escuchar a los alumnos desearse suerte con esta expresión. También se utiliza para augurar suerte o felicitar, la palabra "Auguri", sin embargo, curiosamente, trae mala suerte que te lo deseen ante un examen.

Otra expresión menos utilizada pero también existente es: "In culo alla ballena", donde la adecuada respuesta sería: "Asperiamo non cagui la ballena".

jueves, 5 de febrero de 2009

Italia al taglio

Pizza al taglio. Esa es una de las primeras cosas que aprendes a decir cuando llegas a Italia. Un corte vamos, un trozito... y es que Italia pertenece al imaginario colectivo antes de que pongamos un pie en ella. Italia está llena de tópicos, de sueños, de queso, de ideales, de políticos, de helados, de risas y de pizzas... La comida es uno de los placeres que atrae a miles de turistas cada año; un clima similar al español, un idioma aparentemente muy parecido, buenas referencias y ganas de pasarlo bien, es lo que atrae hacia Italia a un estudiante Erasmus, entre los que me hallo.

Pero Italia es mucho más que un escaparate continuo de arte y sabor. Italia va más allá de capuccino, gelato, spaghetti y pizza. Los detalles son los que nos delatan, o eso dicen. Italia también está llena de pequeños detalles: costumbres, comidas, palabras, sueños...
He aquí algunos de los que yo, situada en Perugia (Umbría), veo... Lo dicho, mi particular... Italia al taglio.