martes, 19 de mayo de 2009

Lodovico... y la salud


No te pongas enfermo en Italia. Podemos quejarnos de nuestra Seguridad Social, pero es el mismo cielo si lo comparamos con el sistema sanitario de este país. Ya en mi primera estancia hace un par de años "elegí" una ciudad tan poco práctica como Venecia para hacerme un esguince de tobillo, y comprobar que no enseñan a hacer vendajes a los enfermeros italianos.

Pero por si nos habían quedado dudas, este año, por unas u otras, hemos sido asiduas de los centros sanitarios de Perugia. Hazte la tarjeta sanitaria europea si vas a venir; muy útil: te la pedirán... para saber cómo se escribe tu apellido.

Tenemos el Hospital, donde, después de horas y horas, te cobrarán una pasta por hacerte cualquier análisis, y -era mentira- cuando vuelves a España, no te devuelven el dinero.

Tenemos también la Guardia Médica, que viene siendo el sistema de urgencias de la ciudad. Para entender su naturaleza, sólo un par de detalles (sin importancia...):
1. El cuarto de baño está dentro de la consulta, por lo que mientras te están auscultando, la gente entra y sale del servicio... tú medio desnudo, y el público saludándote...
2. ¿Habéis entrado alguna vez a una consulta dónde el médico en lugar de con la bata blanca te atienda vestido con un chaquetón amarillo? Si es que en Perugia hace mucho frío...

Tenemos también el médico para extranjeros (que ya se sabe el amor de los italianos a los extranjeros), pero éste mejor ni nombrarlo...

Así que, como quien antaño se agarraba al cura del pueblo, nosotros le contamos todos nuestros pecados a Lodovico, nuestro farmaceútico. Siempre se está riendo y, asiduas como somos, nos ha cogido cariño, porque le hacemos recordar sus "años mozos" en las tierras españolas... Siempre tiene remedios... Lodovico, ay!, es nuestra salvación...